Cada niño es un mundo y cada uno tiene un ritmo diferente de crecer, de ver las cosas, de aprender, etc.

Cuando se enfrentan a una situación negativa, el riesgo que les afecte emocionalmente se multiplica, especialmente si es en su entorno más cercano, como por ejemplo, la situación que vivimos actualmente (COVID-19), que impide salir al parque, ir a la escuela o visitar a un familiar querido.

Probablemente hayas notado cambios de humor en tu hijo/a, de manera brusca o repentina, esta feliz y de un momento a otro triste, se encuentra arisco/a, tiene desinterés por actividades que antes le apasionaban, actúa con violencia, tiene incapacidad de controlar sus impulsos, cambios de apetito, dificultad para dormir, aumento de pesadillas, ojeras, etc.

El mal humor en los niños puede tener muchas causas, pero es importante diferenciar los cambios de humor producidos por frustraciones o situaciones que les hayan puesto tristes para intentar animarles, y los cambios de humor producidos por rabietas o malas conductas.

✅ Estimular a tu hijo/a con cariñitos, y animarle con palabras resulta favorable, lo ideal es no dejar que el mal humor se extienda, hablar con ellos, demostrarles que mamá y papá no tienen la culpa de lo que esta sucediendo, pero que pueden contar contigo. Lo importante es no crear un hábito de discusión día tras día, a la primera hora de la mañana.

Nosotros podemos ayudar a nuestros hijos/as a que aprendan a conocer y a controlar sus emociones, y demostrarles que los demás también pasan por lo mismo. La palabra clave es paciencia, tener calma para educar, argumentar, y comprender lo que está ocurriendo.

Si notas que el mal humor de tu hijo/a esté influenciando negativamente en sus estudios y sus relaciones, consulta con tu pediatra, quien te orientará como puedes manejar la situación o de ser necesario, referirte con un profesional de la salud adecuado. Un experto en el tema podrá evaluar el comportamiento de tu hijo/a, y descartar otro tipo de trastorno.