Después de estar en casa por varios meses, es probable que con el regreso al trabajo, producto de la nueva normalidad, notes cambios en el comportamiento de tu hijo/a. En este tiempo tu hijo/a pudo haber desarrollado “apego”, sigue leyendo para que conozcas acerca de estos tipos de “apego” ⬇️

Tipo de “apego”:

• Seguro: con este tipo de apego, los niños utilizan a su cuidador primario como una base segura para poder explorar el entorno. Generalmente cuando su cuidador primario se aleja o desaparece de su vista, muestran ansiedad y temor.

• Inseguro ambivalente: cuando este apego está presente, los niños no muestran interés por explorar el entorno y permanecen cerca de su cuidador primario por temor a que desaparezca. Cuando su cuidador primario desaparece de su vista, muestran ansiedad, sin embargo, cuando éste regresa, su reacción es ambivalente.

  Esta ambivalencia esta acompañada de un sentimiento de inseguridad y miedo a ser abandonado. Los niños se comportan de manera temerosa ante la presencia de extraños, lloran y están alterados, no se consuelan aún cuando están con su cuidador primario.

• Inseguro evitativo: en este tipo de apego, los niños suelen no mostrar ansiedad ante la separación de su cuidador primario. El niño es bastante independiente e ignora a su cuidador primario, mientras este está presente, no busca el contacto físico con su cuidador primario; incluso si éste busca el contacto, el niño rechaza el acercamiento.

• Inseguro desorganizado: en este apego se combinan los patrones del apego ambivalente y el evitativo. Los niños se muestran inseguros y desorientados cuando su cuidador primario está presente, se acercan, pero evitan el contacto visual.

  Al separarse de su cuidador primario, sus conductas son confusas y desorganizadas, sin embargo cuando éste regresa, no saben cómo reaccionar, muestran confusión sobre si acercarse o no.

Si notas estos cambios en el comportamiento de tu hijo/a, es importante que te tomes un momento para respirar, cuando veas las cosas con más calma, dile que te cuente lo que siente, escucha lo que quiere decirte, trata de explicarle con palabras que sean fáciles para su entender que este comportamiento no es adecuado, y en caso que continúen estos cambios en el comportamiento acude con tu pediatra, quien te brindará más información para saber como actuar ante esta situación.