Los niños son como esponjas
¿Cuántas veces hemos escuchado la expresión "los niños son como esponjas"?. Con esta afirmación, asumimos, que transmitir de manera temprana el mayor número de información posible en el cerebro del niño es bueno, sin embargo es importante saber que tu hijo/a necesita buenos cimientos, a partir de los cuales vaya consolidando su aprendizaje.
Cuando los bebés nacen y hasta los tres años, tienen plasticidad en su cerebro, por eso se dice que son esponjas, aprenden todo lo que ven a su alrededor, por eso debemos ser conscientes de lo que le enseñamos. Por ejemplo, si tu hijo/a te ve tirando la basura en el suelo, el/ella hará lo mismo; si te ve usando el celular todo el tiempo, el/ella querrá usar el celular todo el tiempo; en cambio si te escucha dando las gracias, el/ella dará las gracias; si te ve leyendo a diario, se interesará por la lectura.
Es importante estimular desde pequeños buenos hábitos. En algunos casos, no es necesario esperar a que tu hijo/a sepan leer o escribir, en el caso de motivar la lectura, o que sepan caminar para estimular el ejercicio.
Durante los primeros años de vida tu hijo/a adquiere gran información que le ayuda a desarrollarse y adaptarse a su entorno. Estimula su imaginación, sus conocimientos, sus habilidades, sus modales, su buena conducta, estimula lo que quieres que tenga tu hijo/a.
Recuerda que no es por ti, sino por el/ella y su futuro.