Este es un trastorno benigno frecuente en niños en edad escolar, habitualmente entre los 4 y 8 años de edad. Suele presentarse durante la primera mitad de la noche, en la fase de sueño profundo.

El sonambulismo se manifiesta con episodio donde el niño/a se sienta en la cama, se levanta, camina por la habitación, por la casa, habla, se desviste, entre otras.

Mantiene en todo momento los ojos abiertos, aunque no ve de la misma manera que cuando está despierto/a, puede responder a preguntas sencillas, pero no es consciente de lo que hace.

Cuando hay en casa un niño sonámbulo hay ciertas medidas que debemos tomar, sigue leyendo para conocerlas ⤵️

• Despejar las habitaciones para evitar que se golpee.

• Mantener cerradas puertas y ventanas durante la noche.

• No despertarle; lo mejor es guiarle nuevamente a la cama con delicadeza y hablándole de forma suave pues pueden entendernos.

• Procura que duerma la cantidad de horas adecuadas según su edad.

Se desconocen las causas que lo provocan, aunque suele asociarse a situaciones de estrés, falta de sueño, cambio de hábitos de sueño.

El sonambulismo ocasional no es grave, y los episodios suelen ir disminuyendo a medida que el niño crece.

En el caso de que sean demasiado frecuentes, es preferible consultar con un médico especialista.