Como padres sabes que si tu hijo/a está enfermo/a, debes acudir por asistencia médica; sin embargo las visitas al pediatra también son importantes cuando tu hijo/a está sano.

Visitar al pediatra de forma regular, es la oportunidad para revisar y tener un control de salud de tu hijo/a, conocer cómo está su crecimiento y desarrollo, y tu como mamá o papá, tienes la posibilidad de consultar cualquiera inquietud que tengas con el crecimiento de tu hijo/a.

Durante las citas de control se revisa el peso, la estatura, otros datos importantes sobre hábitos, controles de visión, salud oral y audición. Es importante recordar que todos los niños son diferentes y no se deben comparar, por lo que en base a lo que determine el pediatra en su revisión, se determinarán los pasos a seguir.

Las citas de control dependen de la edad de tu hijo/a. Generalmente, son los primeros días de vida del recién nacido y, posteriormente al mes, 2 meses, 4 meses, 6 meses, 12 meses; y después cada 6 meses, sin embargo va a depender del estado del paciente y lo que se determine en la revisión.

Mamá y papá, estas consultas de rutina se realizan incluso si tu hijo/a está sano/a, ya que lo que se busca es prevenir y detectar alteraciones y factores de riesgo; también para realizar el seguimiento de su crecimiento y desarrollo, revisar logros y progresos en el aprendizaje, revisar el esquema de vacunación, etc.

El principal beneficio de acudir a las citas de control, es que permite evaluar a tu hijo/a de manera integral según su edad.

Mamá y papá, no es necesario esperar a que tu hijo/a esté enfermo/a para llevarlo al pediatra. Las visitas periódicas ayudan a llevar un estilo de vida saludable desde la infancia.